
La ganadería de David Madrid, ubicada en el municipio de Tartanedo (Guadalajara), es un ejemplo claro de cómo las explotaciones ganaderas familiares sostienen la vida en el medio rural y generan empleo digno y estable en zonas que sufren intensamente las consecuencias del despoblamiento. David es hijo de Julia Román, también ganadera de ovino y certificada en este Mapa, y ha dado continuidad al oficio y al compromiso con el territorio, siendo parte activa de una familia que ha hecho del campo su forma de vida.
Su explotación cuenta con 1.400 ovejas de carne, divididas en dos lotes, compuestas por una mezcla de razas adaptadas al clima local, capaces de soportar tanto el frío del invierno como los veranos extremos. El manejo del rebaño es extensivo, basado en pastoreo rotacional y dirigido. Los animales salen a pastar diariamente en pastos comunales, solo se estabulan por la noche y se refugian cuando nieva o el tiempo es demasiado adverso. Además, los corderos tienen acceso permanente a corrales exteriores, aunque no salen al campo.
La suplementación de la alimentación se basa en recursos propios, como paja y esparceta cuando escasea el pasto natural. A los corderos se les da pienso, en función del precio y la calidad del mismo. Parte de la producción se dedica a la venta de cordero lechal, mientras que otros ejemplares se mantienen hasta alcanzar los 25 kg, siendo cebos con pienso y paja. La reproducción del ganado se realiza de forma natural, con cubrimiento directo de los machos.
La ganadería no está certificada en ecológico, pero aplica prácticas sostenibles, respetuosas con los ritmos del rebaño y con el entorno. Las instalaciones incluyen una nave ganadera y vallados portátiles, que permiten adaptar el manejo a las necesidades del territorio y del ganado.
Más allá de lo productivo, la ganadería de David sostiene una economía local activa, generando empleo a sus pastores, quienes, junto a sus familias, viven en el mismo municipio, ayudando así a mantener la población rural, los servicios básicos y el tejido social. Su compromiso se traduce en pueblos vivos y espacios naturales gestionados y conservados gracias al pastoreo.
David es miembro de APAG (Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos), y representa a una nueva generación de ganaderos que, desde la tradición familiar, apuesta por un medio rural con futuro.