Marta Martín Abad está al frente de ENTRECABRITOS, una ganadería caprina en extensivo de 500 cabezas de razas en peligro de extinción, blanca de raquena y celtibérica, elegidas por su rusticidad en este territorio de clima duro y de pasto poco variado.
Pastorean en monte con roble negro y sólo se estabulan en nave en época de cría durante dos meses. Realizan pastoreo en cortafuegos, con lo que este pastoreo realiza una importante labor de prevención de incendios.
También hacen rotación constante en fincas con la finalidad de aprovechar los recursos que nos da el entorno.
Entrecabritos apuesta por un modelo de desarrollo respetuoso con el medio ambiente, que genera redes de colaboración, que revitaliza un territorio castigado por la despoblación y que recupera el consumo de carne de cabrito y sus recetas de siempre.
En Entrecabritos quieren promover y poner en valor la cabra de carne y recuperar razas seleccionadas que están desapareciendo, como la raza blanca de Rasquera, andaluza o celtibérica.
Toda la alimentación de las cabras de esta ganadería proviene del campo, de los paisajes que recorren. Son golosas por temperamento y, además, exigentes, les gusta variar. Encinas, plantas esteparias, alfalfa… que complementamos con cereal y heno ensilado durante el invierno.
Por convicción, Entrecabritos está acogida al Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.