
Jesús Álvarez Ruiz es el último ganadero que mantiene el pastoreo en Fuentes de Nava, una localidad de la comarca de Tierra de Campos (Palencia) donde, en el pasado, miles de ovejas recorrían sus praderas y rastrojos. En la actualidad, su explotación de ovino, con un rebaño de 600 ovejas de raza Churra, representa el último testimonio de un oficio que antaño daba vida a toda la región.
La ganadería se dedica a la producción de leche, queso y lechazos, combinando el pastoreo semi-extensivo con la recogida nocturna de los animales en naves. La alimentación se basa en el aprovechamiento de las praderas municipales de Cantarranas, en la Laguna de la Nava, con 140 hectáreas de propiedad pública, además de rastrojeras y acuerdos con agricultores de la zona, lo que permite disponer de más de 1.000 hectáreas en función del año.
La explotación cuenta con dos naves de 500 m² y 700 m² para el alojamiento del ganado, otra de 500 m² destinada al almacenamiento de forrajes, una sala de ordeño y una quesería artesanal en la misma localidad, gestionada por Eva María, su mujer.
Esta ganadería familiar mantiene la tradición iniciada por la generación anterior, apostando por la raza autóctona Churra, originaria de Castilla y León. Jesús Álvarez forma parte de ANCHE, la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra, lo que le permite participar en programas de control y mejora genética. La explotación pertenece al núcleo de selección de la asociación, aplicando criterios rigurosos en la recría para mejorar la calidad del rebaño, con la intención de reducir progresivamente la cabaña ganadera, pero garantizando su excelencia genética y productiva.
El pastoreo se realiza durante todo el año, con jornadas de entre cinco y seis horas diarias, salvo en condiciones meteorológicas extremas. Las ovejas en producción permanecen estabuladas entre 10 y 15 días, dependiendo del ciclo reproductivo.
El sistema de alimentación combina el pastoreo dirigido con la suplementación a base de forraje y paja procedentes de tierras de cultivo en propiedad en Fuentes de Nava. También se aporta pienso adquirido en la cooperativa Tierra de Campos de Osorno, en una proporción que varía entre el 20% para ovejas en vacío y el 50% en el último mes de gestación y tras el parto. En años de escasez, se recurre a la compra de forrajes en la misma localidad. A diferencia de otros modelos productivos, en esta ganadería no se realiza el cebo intensivo ni se venden animales para cebo.
Los datos de alimentación de las ovejas en producción reflejan un aporte de 800 g de pienso más cebado y otros 600 g de paja y forraje por animal.
Esta ganadería no solo garantiza la pervivencia del pastoreo en Fuentes de Nava, sino que también contribuye a la economía local. Jesús Álvarez mantiene contratados a dos trabajadores del territorio, asegurando empleo en la zona, y su mujer gestiona la quesería artesana asociada a la explotación, elaborando productos que cuentan con el sello «Alimentos de Palencia«.
Asimismo, el lechazo producido en la ganadería está certificado con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Lechazo Churro, garantizando la calidad y el origen del producto.
La labor de Jesús Álvarez representa la resistencia de un oficio en peligro de desaparición en la región. Su apuesta por el pastoreo tradicional, la conservación de la raza Churra y la producción artesanal de leche y queso demuestra que otra ganadería es posible: sostenible, arraigada al territorio y clave para la conservación de los paisajes y ecosistemas de Tierra de Campos.