
La ganadería de Germán Vidal, con más de un siglo de historia familiar, está dedicada a la cría de ganado bovino de carne y se encuentra integrada en un espacio de alto valor ecológico: el Parque Natural Prat de Cabanes-Torreblanca, caracterizado por sus humedales de gran valor. Con una cabaña de aproximadamente 100 cabezas, esta ganadería combina tradición y manejo extensivo para contribuir tanto a la producción de carne como a la mejora del hábitat y la gestión de la vegetación palustre.
La explotación destaca por su compromiso con la conservación de razas autóctonas en peligro de extinción, como la Blanca Cacereña, la Cachena y la Tudanca, que se encuentran entre los núcleos reproductores de la ganadería. Junto a ellas, también se crían razas rústicas y adaptadas como la Limousine, Salers, Fleckvieh y Berrendo.
El manejo se realiza en pastoreo rotacional sobre unas 45 hectáreas dentro del parque y en otras superficies adicionales. El uso del pastoreo no solo permite un aprovechamiento eficiente del territorio, sino que también favorece la biodiversidad del entorno. Las instalaciones incluyen un corral y una manga sanitaria móvil, así como recintos móviles con pastor eléctrico, todo ello apoyado por el proyecto Naturaleza Pastoreada, que promueve el manejo ganadero como herramienta de conservación.
Aunque no está certificada en ecológico, la ganadería prioriza el bienestar animal, realiza todos los controles sanitarios obligatorios y aplica desparasitaciones y otros tratamientos cuando es necesario. La alimentación se basa en el aprovechamiento de los recursos del pasto, complementado con subproductos agrícolas y cereales según las necesidades. Los animales criados en esta ganadería se destinan a la venta para cebo.
La ganadería de Germán Vidal representa un ejemplo de continuidad generacional y de cómo la ganadería extensiva puede integrarse con éxito en espacios naturales protegidos, contribuyendo tanto a la economía rural como a la conservación del patrimonio genético y ecológico.