El Baldío es una finca de ganadería extensiva y ecológica situada entre el monte Mediterráneo de Monfragüe y los llanos de Cáceres. En sus 232 hectáreas de dehesa, gestionadas como sistema agrosilvopastoril, se crían vacas de razas Blanca Cacereña y Limousine, así como ovejas de Merina negra, ambas razas autóctonas en proceso de recuperación y conservación.
El manejo del ganado se basa en el pastoreo rotacional planificado, con más de 20 cercas móviles y fijas, diseñado para favorecer la regeneración del pasto, el control de la matorralización y la mejora del suelo. En el caso del bovino, se gestiona en lotes con monta natural y periodos de flushing, siguiendo ciclos de cubrición y paridera estacionales. El ovino, por su parte, se pastorea con redileo nocturno, rotando el corral cada pocos días para maximizar el impacto beneficioso del pisoteo y abonado sobre el suelo.
Los animales están siempre al aire libre y se alimentan principalmente de pasto, con suplementación ecológica (pienso, heno y paja) en los periodos más secos o críticos. El cebado se realiza también en campo, asegurando una ganancia de peso progresiva sin estabulación. Los tratamientos sanitarios se aplican sólo en función de controles veterinarios y con productos permitidos en producción ecológica.
La finca, gestionada por la Fundación Global Nature, es también una Reserva Biológica que no cuenta con protección oficial pero se mantiene por su alto valor natural. Se han reforestado 50 hectáreas y se conserva una estructura diversa de encinas, leguminosas, herbáceas y matorral autóctono, en interacción positiva con la ganadería.
Además de producir carne de alta calidad, El Baldío contribuye al desarrollo rural con empleo estable, formación técnica y colaboración con redes la PGEP, la Fundación Cooprado y la cooperativa Actyva. Su objetivo es claro: demostrar que una ganadería extensiva, bien manejada, puede mejorar el medio ambiente, conservar razas en peligro y generar valor social y ecológico en el territorio.