Adela Mateos gestiona una ganadería bovina extensiva en el municipio de Santiz, en la provincia de Salamanca. La explotación, en funcionamiento desde 2014, cuenta actualmente con unos 40 animales divididos en dos lotes, que pastan de forma continua en una superficie aproximada de 150 hectáreas. Esta superficie combina terrenos familiares, parcelas arrendadas y pastos comunales, estos últimos gestionados mediante sorteos cada cinco años y aprovechados de forma individual.
La base de la cabaña está compuesta por unas 25 madres reproductoras de raza cruzada, fundamentalmente cruces de charolés y limousin. Como semental, actualmente utiliza un toro de raza angus rojo, buscando animales más rústicos, mejor adaptados al aprovechamiento de pastos, y con una carne de mayor calidad, pensando en una futura línea de comercialización directa.
El manejo es 100% en extensivo, sin estabulación. Los animales pastan en libertad todo el año, rotando entre parcelas mediante parcelas valladas y cercados eléctricos.
En cuanto a la alimentación, el rebaño se nutre del pasto disponible, con un suplemento ocasional de forrajes, ray-grass, tacos con urea y piedras minerales para mejorar el aprovechamiento del pasto seco al final del verano.
Adela realiza siembras específicas para forraje, tanto para el consumo en la explotación como para la venta. Cultiva mezclas como centeno y avena para siega, ray-grass para pasto a diente y combinaciones de veza, avena y triticale. También practica la resiembra directa sobre tierras de labor para su conversión en pastizales, fomentando una regeneración natural del suelo.
Actualmente, los terneros se crían junto a sus madres y se venden como pasteros sin suplementación, directamente para cebo en otras explotaciones. Aunque no está certificada aún, la ganadería se encuentra en proceso de conversión a producción ecológica.
Con una profunda vinculación al campo desde la infancia, Adela representa el relevo generacional en una familia ganadera con tradición en ovino y bovino. Su conocimiento del entorno y compromiso con un manejo sostenible y respetuoso la convierten en un ejemplo de ganadería extensiva en transición hacia modelos más agroecológicos.