La Albarda es una ganadería extensiva de montaña ubicada en la comarca turolense de Gúdar-Javalambre, una de las zonas más despobladas de Europa (<3 hab/km²). Su equipo, formado por jóvenes comprometidos con el territorio, ha logrado crear una iniciativa que genera empleo, fija población y produce alimentos ecológicos y sostenibles con impacto positivo a nivel ambiental, social y económico.
La explotación maneja en extensivo 130 animales de vacuno de carne, de los cuales 70 son vacas nodrizas. Certificada en ecológico, en La Albarda practican un manejo que respeta el bienestar animal y sigue principios de ganadería regenerativa y holística: pastoreo rotacional adaptado a los recursos locales, ausencia de insumos químicos, cobertura permanente del suelo, rotación de cultivos con leguminosas, y diseño de paisaje para mejorar el uso del agua.
Una de las prácticas más destacadas de La Albarda es la trasterminancia, una forma tradicional de trashumancia a pie que realizan dos veces al año entre las localidades de Alcalá de la Selva y Fortanete, recorriendo durante dos días las vías pecuarias para aprovechar de forma sostenible distintos pastos de montaña a 1.400 metros de altitud. Este manejo respetuoso con el entorno contribuye a la conservación del paisaje y de los caminos ganaderos, al tiempo que mejora la fertilidad de los suelos y la biodiversidad de los pastos.
La reproducción es por monta natural y los animales viven todo el año al aire libre, alimentándose principalmente de pastos de la propia explotación, complementados con heno ecológico propio en invierno. No se emplean piensos ni cereales. El engorde se realiza también a pasto, con suplementación exclusivamente forrajera cuando es necesario. La carne se comercializa directamente al consumidor final a través de su propia microempresa, Proyectos La Albarda S.L., cerrando así el ciclo completo de producción.
El proyecto se sustenta en tres pilares: respeto por los animales y el medio ambiente, producción de alimentos sanos y locales, y dinamización rural. Gracias a esta actividad, dos familias jóvenes han podido asentarse en el medio rural y mantener una forma de vida ligada al campo, demostrando que la ganadería extensiva puede ser una herramienta eficaz frente al despoblamiento.
La Albarda trabaja con dos razas: la serrana de Terual (autóctona y en peligro de extinción, que están recuperando y seleccionando activamente) y cruce de charolés adaptados a la montaña. El objetivo es a medio plazo comercializar carne diferenciada con sello de raza autóctona y obtener el distintivo de Artesanía Alimentaria para productos transformados como hamburguesas o embutidos.
Esta ganadería forma parte de redes como Pon Aragón en tu mesa, Justicia Alimentaria, la Asociación de Agricultura Regenerativa, y la Red de Empresas Conscientes, Saludables y Sostenibles, entre otras.
La Albarda es un ejemplo inspirador de cómo la juventud rural puede innovar desde la tradición, regenerar el medio natural y reactivar la economía local ofreciendo alimentos sanos, sabrosos y con historia.