Tomás y Verónica
Ganadería extensiva de ovino y caprino al servicio del territorio y del paisaje rural valenciano
En el interior de la provincia de Alicante, la ganadería de Tomás y Verónica combina tradición, sostenibilidad y gestión activa del territorio a través de dos rebaños que trabajan en equilibrio con el entorno. Por un lado, unas 400 ovejas de razas guirra y blanca segureña, junto con una cincuentena de cabras, pastan a diario por antiguos bancales y parcelas privadas en desuso, ayudando a mantener limpios estos espacios y favoreciendo la recuperación de la vegetación autóctona. Por otro, un rebaño de 150 cabras, incorporado recientemente, desarrolla una importante labor ambiental en el monte mediterráneo mediante pastoreo controlado y rotacional, contribuyendo a la prevención de incendios forestales en colaboración con la Oficina de Prevención de Incendios Forestales (OPEM) y el coto de caza local.
Las cabras, de razas celtibéricas cruzadas con alguna florida para asegurar buena lactancia, viven al aire libre todo el año, moviéndose entre cercados fijos y móviles de una hectárea bajo un sistema de redileo y rotación de pastos. Permanecen cuatro meses en una zona de monte antes de trasladarse a Vall d’Ebo, donde se sigue su recorrido mediante GPS. La paridera se distribuye a lo largo de todo el año y se les suplementa con una pequeña cantidad de pienso (unos 300 g diarios), ya que su dieta se basa en la vegetación arbustiva del monte.
Las ovejas, por su parte, mantienen un manejo más tradicional: duermen en corral y salen a pastar cada día bajo la dirección del pastor. La mayoría son de raza guirra, raza autóctona con sello reconocido, aunque también se están introduciendo ejemplares Romanov y Dorper para mejorar la productividad. La alimentación se adapta a la disponibilidad de pastos —en años buenos apenas se suplementa, mientras que en periodos de sequía se recurre a forraje local o restos de cosecha—. Los corderos se crían de forma natural con leche y pienso durante los primeros 50-60 días, y se venden aproximadamente a los 90 días, cuando alcanzan unos 20 kg de peso.
La finca emplea a dos personas además de la titular, Verónica Viciano, que gestiona el conjunto con una mirada puesta tanto en la viabilidad económica como en la regeneración ecológica del entorno. Su ganadería demuestra cómo el pastoreo extensivo puede ser una herramienta eficaz para mantener el equilibrio entre la producción, la conservación del paisaje y la prevención de incendios, recuperando el papel esencial del ganado en la gestión del territorio mediterráneo.