
La explotación de Abel Torrubiano es una ganadería ovina dedicada a la cría y venta de cordero, basada en un sistema de pastoreo tradicional y sostenible. Con un rebaño de 750 ovejas de la raza autóctona Roya Bilbilitana, esta ganadería desempeña un papel clave en la conservación de esta especie en peligro de extinción, formando parte del plan de recuperación de la raza. Las ovejas, resistentes y bien adaptadas al clima frío de la zona, se seleccionan cuidadosamente: los machos por su línea sanguínea y las hembras por su vigor, tamaño y resistencia.
Ubicada en el término municipal de Torrubia, la ganadería gestiona aproximadamente 4.000 hectáreas de pastoreo en terrenos comunales y cultivos propios de leguminosas. El pastoreo se lleva a cabo en páramos, barbechos, rastrojos y cultivos, siempre con un manejo dirigido que asegura el descanso de los pastos y evita el sobrepastoreo. Este sistema no solo optimiza los recursos naturales, sino que también contribuye a la conservación del hábitat de la alondra ricotí, una especie de gran valor ecológico presente en la zona.
El rebaño permanece en el exterior durante la mayor parte del año. En verano, los animales pastorean de noche y se estabulan durante el día, mientras que el resto del año se resguardan únicamente por la noche. Durante la época de paridera, las hembras permanecen junto a sus crías entre 15 y 20 días antes de reincorporarse al pastoreo.
La alimentación se basa en pastos naturales complementados con forraje y paja producidos en la propia explotación. En la paridera, se añade un suplemento de pienso elaborado con mezcla de cereales y leguminosas, en parte producido en la explotación y en parte adquirido en Oviaragón. Los corderos permanecen junto a sus madres durante unos 2,5 meses, alimentándose de leche materna, paja y pienso antes de su comercialización.
El manejo sanitario incluye desinfecciones tras cada paridera, vacunaciones y desparasitaciones regulares. Aunque la explotación no cuenta con certificación oficial, su modelo de producción se basa en prácticas sostenibles y de mínimo impacto ambiental, garantizando la calidad del producto y la conservación del ecosistema.